Para empezar el post del día de hoy. En muchas ocasiones intentando explicar cómo el mundo complicado creado en el universo de nuestros pensamientos internos, intenciones y deseos nos muestra una realidad cada vez más palpable que rodea nuestro día a día, sin darnos cuenta y atrapados en nuestros sueños, luchamos por alcanzar esas metas fijadas al precio que nos cueste, olvidando muchas cosas importantes y esclavizando nuestra voluntad, nos convertimos en nuestros propios verdugos cargando grilletes que pesan cada día más.
La esclavitud moderna tiene la particularidad de ser ambigua, donde el yo predomina ocultado la razón fundamental del ser y vivir en armonía con su entorno. No existe ningún camino que conduzca a la felicidad, ninguna formula, ninguna sustancia, menos el creer que otra persona pueda conducir a anhelada felicidad. La frustración por encontrar la vida perfecta nos condena a la agonía y el sufrimiento de no lograr esa tan deseada felicidad, y en esa búsqueda nos olvidamos de vivir, anclándonos en el pasado o anticipando el futuro donde terminamos viviendo vidas prestadas o comprando los sueños.
La felicidad es una actitud frente a la vida. En el poema "Quiero vivir" en sus versos dice;
Quiero vivir el dolor
como parte natural de la vida,
para no olvidar mi condición humana.
Quiero vivir, solo vivir.
El más bello regalo, poder vivir.
Poemas Latinoamericanos.
Contrastes
Bella Roz - Maria Teresa Ocampo
